Próstata inflamada: Qué es y por qué sucede
La Inflamación prostática afecta a más del 50% de los varones de 50 años.
Hoy en día, la inflamación de la próstata es una patología relativamente frecuente que afecta a más del 50% de los varones de 50 años, una prevalencia que incrementa exponencialmente con la edad. Para entender por qué ocurre hay que tener en cuenta que, con el tiempo, la acción de la testosterona sobre la glándula prostática acaba provocando un agrandamiento de la próstata por un crecimiento benigno de sus glándulas.
Este agrandamiento suele relacionarse con una obstrucción al tracto de salida de la orina. De modo que da lugar a un chorro flojo y entrecortado, además de que aparecerá dificultad para iniciar la micción. Como consecuencia, la vejiga se ve obligada a vaciarse con presión alta y esto acaba produciendo una disfunción vesical.
Revisar y prevenir
Los hombres deben coger el hábito de acudir al urólogo con más frecuencia para detectar todo tipo de patologías y problemas de salud. Sin embargo, cuando hablamos de la próstata, la vigilancia debe ser casi obligatoria. De hecho, desde los 45 años se recomienda someterse, al menos, a una revisión prostática por un especialista en urología para poder ir evaluando este agrandamiento y realizar una detección precoz de cáncer de próstata.
Este proceso, el de la revisión de la próstata, es muy sencillo. Y se basa en realizar un análisis de sangre y de orina, una ecografía de aparato urinario y una flujometría.
En el caso de que se haya confirmado el agrandamiento de la próstata su especialista le recomendará el tratamiento más adecuado. Inicialmente, éste es únicamente médico. Aunque si no se logran minimizar los efectos y continúan los síntomas, entonces se deberá recurrir a la cirugía.
Diferentes Alternativas
La cirugía tradicionalmente se realizaba si el volumen prostático era inferior a 60-70cc mediante resección transuretral de próstata, y si era superior a este tamaño mediante cirugía abierta. Yo hoy día creo que se debería realizar una enucleación del adenoma a través de la uretra mediante laser de Holmium. Está muy claro que se obtienen los mismos resultados funcionales que con la cirugía abierta pero minimizando las complicaciones.
Próstata y salud sexual
La inflamación de la próstata no tiene efectos sobre la erección por sí misma. Su tratamiento, en cambio, si puede llegar a provocar disfunción eréctil. Es decir, tanto el tratamiento para la hiperplasia de próstata (HBP) como para el cáncer de próstata pueden alterar no sólo la función eréctil, sino también la eyaculación llegando incluso a provocar que no se produzca la emisión de semen durante el orgasmo.
Del mismo modo también se puede ver afectado el deseo sexual, con un descenso de este.
La hiperplasia benigna de próstata, causas y tratamiento
La hiperplasia benigna de próstata es el agrandamiento benigno de la glándula prostática. La glándula prostática es una glándula que está a la salida de la vejiga y a través de ella tiene que pasar la uretra para que el paciente pueda vaciar su vejiga.
Además, la principal función de la glándula prostática es la producción del semen. De hecho, se encarga de generar la mayoría del líquido seminal. De los testículos proviene el 5% del eyaculado, concretamente los espermatozoides, mientras que el otro 95% restante lo forman la próstata y las vesículas seminales que dan lugar al líquido seminal que, a su vez, aporta nutrientes a los espermatozoides.
Con el devenir de los años la próstata puede desarrollar 3 tipos de patologías: cáncer, infección o hiperplasia siendo cada una de ellas muy frecuentes. No olvidemos que el cáncer de próstata es el tipo de tumor más frecuente en el hombre y la tercera causa de muerte en el varón.
Las infecciones de próstata, por su parte, son infecciones bastante frecuentes asociadas a problemas en el vaciado de la orina y a una hiperplasia benigna de próstata.
El agrandamiento prostático, y con ello la obstrucción de la uretra, da lugar a un chorro flojo y entrecortado que dificulta el vaciamiento total de la vejiga. Como consecuencia, no vaciamos bien la vejiga y tenemos que levantarnos por la noche con mucha frecuencia y con urgencia.
Por lo que se refiere al tratamiento, estamos de enhorabuena ya que existen nuevas técnicas quirúrgicas que permiten disminuir la mortalidad de la intervención de forma radical, así como sus efectos secundarios.
Láser Holmium
Hasta la fecha hemos realizado en torno a 800 intervenciones mediante la enucleación a través de la uretra gracias a la técnica del láser de Holmium. Una forma de tratamiento que permite curar cualquier tipo de agrandamiento prostático, es decir próstatas de cualquier tamaño.
Con este procedimiento lo que hacemos es mimetizar exactamente la cirugía a cielo abierto de modo que obtenemos sus mismos resultados funcionales, pero al hacerlo a través de la uretra somos capaces de meter todo el adenoma prostático dentro de la vejiga con la ventaja de que eliminamos el sangrado y no hacen falta hacer incisiones. El siguiente paso es triturarlo y sacarlo, también, a través de la uretra.
Los resultados son excelentes y se consiguen los mismos resultados funcionales que con la cirugía abierta, pero con la principal diferencia de que hay menos de un 1 por ciento de los pacientes que se deban transfundir.
Es importante destacar que esta intervención no se asocia a ningún tipo de incontinencia urinaria ni de disfunción eréctil.
En cuanto al postoperatorio, también incluye ventajas. Por una parte, el tiempo medio de hospitalizacion es de 36 horas, el tiempo medio de sondaje vesical se reduce a las 24 horas y el paciente se puede reincorporar a su vida habitual en tan solo 10 días.
«Steam ablation»
Más del 50% de los varones mayores de 50 años presentan agrandamiento prostático o HBP (Hiperplasia Benigna de Próstata). Según cita la Prostate Cancer Foundation «supuestamente Benjamín Franklin padecía hiperplasia prostática benigna, al igual que Thomas Jefferson y otros grandes y relevantes hombres de la historia, y lo mismo le ocurrirá a la mayoría de los hombres, si viven lo suficiente».
Al margen de las curiosidades, debemos tener muy en cuenta que cuando aparecen complicaciones asociadas como: retención de orina, sangrado al orinar, infecciones de orina de repetición, piedras en la vejiga; o bien el paciente tiene muy mala calidad de vida a causa de una micción deficitaria, en todos esos casos, se impone realizar cirugía de próstata para reducir el tamaño del adenoma prostático y que así quede menos obstruido el paciente y pueda realizar de manera óptima el vaciado de la vejiga.
Clásicamente había dos opciones quirúrgicas: resección transuretral de próstata o adenomectomía a cielo abierto.
La técnica que mejores resultados funcionales consigue es la adenomectomía a cielo abierto, pues elimina todo el tejido que obstruye, todo el adenoma prostático. Para este tipo de intervenciones, de todas las técnicas nuevas que existen mediante láseres, la mejor posicionada es la enucleación con láser de Holmio, pues mimetiza exactamente lo que se hace en cirugía abierta pero obtiene mejores resultados funcionales sin apenas complicaciones.
Procedimientos
En el intento de realizar los procedimientos sobre la próstata de la manera más rápida y menos agresiva posible, se han desarrollado varios instrumentos nuevos que citamos a continuación:
- Uro-lift: consiste en unas grapas que se ponen en la próstata para comprimir la misma y que así obstruya menos la salida de la orina de la vejiga.
- I-tind: Es un muelle que puesto en la uretra prostática la abre para facilitar el vaciado de la orina.
The Journal of Urology publica una serie con 197 pacientes con un tamaño de próstata entre 30-80cc que hablan de los resultados bajo estas técnicas a las que, sin llegar a valorar como excelentes, si los tildan de muy aceptables en términos referidos a mejoría del flujo urinario.
No vale para todos
Ante estas nuevas terapias varias reflexiones:
- no son para todo el mundo
- ni sirven para todas las próstatas
- y tampoco se ha demostrado si, a largo plazo, se mantienen los satisfactorios resultados. O si al cabo de 2-3 años, la situación puede volver a sus inicios y por tanto, habría que realizar una operación.
Por lo tanto, siempre abiertos a las nuevas tendencias y usos de las nuevas técnicas y disciplinas. Damos la bienvenida a una opción nueva. Sobre la que, a fuerza de ser sinceros, aún nos queda acumular más experiencia. Y comprobar resultados a largo plazo para asegurarnos de la evolución del paciente con largo recorrido.
Rezum
Este tratamiento consiste en que por vapor de agua reducimos el tamaño prostático. Solamente sirve para pacientes con próstatas de tamaño menor a 80 gramos.
La ventaja de este tratamiento es que preserva la función eyaculatoria. Mientras que con los tratamientos clásicos, más agresivos ,definitivos y resolutivos, suele aparecer una alteración en la función eyaculatoria.
Como ya comentamos, este tratamiento es muy atractivo para determinados pacientes que, cumpliendo las especificaciones de tamaño, quieran preservar la función eyaculatoria a expensas de otros factores. Debe ser tratado como un tratamiento NO definitivo y tendrán que someterse a otros tratamientos posteriormente ya sean del mismo tipo o los clásicos.
- No quita mucho tejido de la próstata.
- No todas las próstatas son asequibles, sólo las que cumplen un determinado tamaño.
- Se tiene que evaluar el tiempo en el que perdura el resultado de este tratamiento.