El Síndrome de Déficit de Testosterona (SDT), conocido coloquialmente por ‘andropausia’, es un síndrome clínico y bioquímico que se desarrolla con el envejecimiento. Aparece cuando desciende el nivel de testosterona y consiste en la disminución de la capacidad sexual del varón, junto a otras funciones fisiológicas y cognitivas.
Esta enfermedad afecta generalmente a hombres mayores de 50 años y se detecta, en la mayoría de los casos, en una visita al urólogo por trastornos sexuales como la pérdida de la libido y problemas de erección. Aunque su origen está en la disminución de la producción de testosterona, existe una estrecha relación con patologías como la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes y el síndrome metabólico en general.
Síntomas
La sintomatología de esta afección incluye, como hemos visto, síntomas sexuales, psíquicos y cambios en la composición corporal:
- Disminución del deseo sexual
- Disminución del número y calidad de erecciones
- Cambios emocionales y alteraciones del humor: depresión, irritabilidad, etc.
- Disminución de la actividad intelectual y problemas de memoria
- Cansancio y falta de energía
- Alteraciones cutáneas y caída del vello
- Pérdida de masa ósea
- Pérdida masa muscular y fuerza
Diagnóstico
La sintomatología del Síndrome de Déficit de Testosterona es una información clave para orientar el diagnóstico de esta patología. No obstante, para poder confirmarlo, se necesitan, al menos, dos valoraciones analíticas de testosterona en sangre.
Tratamiento para el déficit de testosterona
Al tratarse de una disminución de la cantidad de testosterona, el tratamiento principal consiste en suministrar esta hormona para mantener unos niveles adecuados y estables. Esto puede realizarse por vía intramuscular cada 2-4 semanas, o diario a través de un gel cutáneo. Ambas opciones deben ser supervisadas por el especialista para evitar la alteración de los niveles de lípidos y el crecimiento de la próstata.
Además del tratamiento, los cambios en el estilo de vida como la realización de actividad física y llevar una dieta sana y equilibrada ayudarán a mejorar el estado físico y emocional del paciente.
