Hablamos de cirugías diferentes y el uso del bótox
La mayoría de los casos en los que hay que realizar cirugías para salvar el cáncer de próstata o la hiperplasia de próstata hay resultados muy positivos para el paciente..
Dos cirugías diferentes
Recordamos que hay que entender dos cirugías diferentes. Detallamos que la Hiperplasia Benigna de próstata se define por un tamaño aumentado de la glándula que provoca una sintomatología que puede presentarse en dos formas o tipos: dificultad para vaciar la vejiga, es decir problemas obstructivos como que nos cueste iniciar la micción, que el chorro es flojo y débil, o que se nos entrecorta.
Por otro lado, el otro síntoma característico es la urgencia que provoca esa obstrucción y que provoca que la vejiga se comporte de una manera reactiva. Se desarrolla, debido a esta irritabilidad, una necesidad imperiosa de orinar, levantarse por las noches con más frecuencia de la que debería ser normal y son consecuencias de esa aumento de la próstata.
Ambos casos se tratan de manera distinta. La cirugía nos ayuda a quitar la obstrucción para que podamos vaciar mejor la vejiga, pero en ocasiones esa sintomatología irritativa no desaparece después de la cirugía.
Aplicación de Bótox
El bótox se utiliza para frenar la vejiga cuando aparece una incontinencia debida a una hiperreactividad de la vejiga. La vejiga es sencillamente un músculo y el bótox paraliza el músculo, razón por la que lo utilizan los cirujanos plásticos porque al paralizar los músculos de la cara desaparecen las arrugas.
En urología lo empleamos cuando hay una clínica muy irritativa. Inyectando el botox en la vejiga la paraliza y tiene mayor poder de acomodamiento para llenarse y se evita la urgencia y la frecuencia para ir a orinar.
Si tienes cualquiera de estos síntomas que te hemos comentado contacta con nosotros para una revisión personalizada.
