El robot Da Vinci tiene diversas aplicaciones en medicina. En la especialidad de Urología está especialmente indicado para el cáncer de próstata y tumores de vejiga, donde su precisión y seguridad evitan efectos secundarios indeseables como incontinencia urinaria o disfunción eréctil.
Así lo explicaba hace unos días en el programa ¿Qué me pasa Doctor? de LaSexta, del que se hace eco el medio digital Bueno para la salud.
El robot Da Vinci para el cáncer de próstata
El Robot da Vinci es la técnica más evolucionada de la cirugía mínimamente invasiva. Con esta tecnología los cirujanos no operamos con nuestras manos, sino que lo hacemos manipulando el robot a distancia desde una consola dentro del quirófano. A través de ella controlamos los cuatro brazos monitorizados de los que dispone, capaces de reproducir nuestros movimientos. Gracias a los pedales y los manipuladores con los que cuenta el robot Da Vinci, los cirujanos manejamos el endoscopio 3D y los instrumentos articulados.
La visión detallada, los movimientos a escala de nuestras manos y la posibilidad de pasar de una vista del campo completo a un modo de múltiples imágenes hacen que las maniobras realizadas sean más seguras, precisas y firmes. Esto nos permite, al tratar un cáncer de próstata y dependiendo del estado previo del paciente, preservar la continencia y la potencia sexual.
En cuanto a las ventajas del robot Da Vinci para los pacientes de cáncer de próstata y otras patologías tratadas con esta técnica, se encuentran:
- Disminución del riesgo de infección
- Reducción de la estancia hospitalaria
- Reducción del dolor post-operatorio
- Recuperación más rápida
