Acudir al urólogo de manera periódica es clave para la prevención y detección precoz de enfermedades en los hombres. Sin embargo, para muchos, sigue siendo un tema tabú, un error frecuente que podría empeorar el pronóstico de patologías urológicas como el cáncer de próstata por ir a consulta cuando el problema está ya instaurado. Así lo recoge el reportaje de CuídatePlus en el que participamos como expertos.
La primera visita a la consulta de Urología es aconsejable que se realice a los 40-45 años, siendo obligatoria a partir de la quinta década. En esta etapa empiezan a aparecer la mayor parte de los problemas que afectan al aparato genito-urinario masculino, siendo el principal motivo de revisión la próstata, bien sea por una patología benigna, como es la hiperplasia benigna de próstata, o por la posible presencia de un cáncer de próstata.
Patologías por las que acudir al urólogo
El urólogo es el experto encargado de detectar, diagnosticar y tratar patologías relacionadas con el riñón, el uréter, la próstata y los genitales masculinos. En este sentido, diversas patologías pueden afectar a estos órganos del varón a lo largo de su vida:
- Fimosis, frenillo corto y prepucio redundante
- Patología benigna escrotal (hidrocele, varicocele, ascenso testicular, torsión)
- Infecciones del tracto urinario (ITU)
- Afecciones benignas de la próstata, como prostatitis y agrandamiento de la próstata (hiperplasia prostática benigna)
- Cáncer del aparato urinario (riñón, uréter, vejiga y uretra)
- Cáncer de próstata, de testículo o de pene
- Disfunción eréctil
- Alteraciones de la eyaculación
- Enfermedad de la Peyronie (curvatura del pene)
- Incontinencia urinaria
- Esterilidad
- Litiasis de la vía urinaria
- Enfermedades de transmisión sexual
- Infecciones del tracto urinario
- Traumatismos del aparato genitourinario
- Planificación familiar (vasectomía)
Entre los factores de riesgo principales para tener un problema urológico están: la edad, el sedentarismo, la obesidad, el tabaco, la depresión, la hipertensión, la hiperlipidemia, la diabetes tipo 2, las relaciones sexuales de riesgo, el hipogonadismo, la ausencia de una dieta equilibrada y que exista una predisposición genética, como en el caso del cáncer de próstata, que muestra una fuerte carga genética y es conveniente estudiar a los descendientes de aquellos varones que lo hayan desarrollado tempranamente.
Desde aquí animamos a todos los varones, a partir de los 45 años si tienen antecedentes familiares de cáncer de próstata o a partir de los 50, como edad en la que empiezan a aparecer problemas urológicos, a acudir al urólogo.