El Palacio de Buckingham anunció el pasado lunes, 5 de febrero, que el rey Carlos III de Inglaterra ha sido diagnosticado de cáncer durante una intervención para el tratamiento de hiperplasia benigna de próstata. La familia real británica no especifica de qué tipo de cáncer se trata, pero afirma no ser cáncer de próstata.
Ante esta incertidumbre, los medios de comunicación tratan de aportar algo de luz acudiendo a urólogos profesionales. Este ha sido el caso del Diario ABC y El Español, que han recurrido al doctor Javier Romero Otero, jefe del departamento de urología de HM Hospitales y director médico de ROC Clinic, por su prolongada experiencia en el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata y el diagnóstico y tratamiento de cánceres urológicos.
Tal y como declara el Dr. Romero en estos periódicos, «Si no tiene nada que ver con la próstata, lo lógico es que sea un tumor en la vejiga. Cuando se realiza una operación de hiperplasia benigna de próstata, los médicos entramos con una cámara por la uretra, vemos la próstata y después la vejiga. Puede que al llegar a este último órgano se observe un cáncer en los tejidos».
En el caso de que el tumor haya sido diagnosticado en la vejiga, Romero explica que la mayoría suelen tener un buen pronóstico, ya que «El 80% de los tumores vesicales suelen darse en la superficie del tejido y resolverse con cirugía poco invasiva. El 20% restante puede ser un tumor de vejiga infiltrante y, en estos casos, se puede necesitar quimioterapia adyuvante e, incluso, la retirada de la vejiga. Estos últimos casos sí que comprometen más la supervivencia del paciente», explica Romero.
Romero también explica que el tumor ha podido detectarse también en las fases previas o siguientes a la operación. Por ejemplo, «En algunos casos se puede diagnosticar un caso de cáncer de pulmón en la radiografía de tórax previa a la operación», especifica el Dr. Romero Otero.